Sin duda alguna el 2018 ha sido un gran año para la gastronomía en Guanajuato. Y quizá acontecimiento más importante fue la firma del decreto gubernamental por parte del entonces mandatario, Miguel Márquez Márquez (MMM); en el cual se decreta como patrimonio guanajuatense a la gastronomía local. Dicho evento ocurrió como clausura del proyecto de promoción turística que encabezó Fernando Olivera Rocha al frente de la SECTUR, y en el cual logró un importante fortalecimiento para la gastronomía local en todo Guanajuato.
Pero un hecho innegable es que la difusión del patrimonio gastronómico no es, ni deberá ser un acto exclusivo del ámbito turístico, pues de manera contraria muchas de las acciones derivadas de esta industria resultan nocivas para el patrimonio cultural. Por ello y Bajo este tenor me gustaría reconocer, que en el estado de Guanajuato, hemos tenido pequeños, pero constantes trabajos en pro de la investigación, rescate, promoción del patrimonio gastronómico. Siendo el más reciente el Festival Sabores del Bajío, un evento opuesto en los programados por la SECTUR, que tiene un enfoque principalmente académico y sin una enorme cantidad de recurso económicos.
Dicha inauguración ocurrió en el auditorio Jorge Ibargüengoitia del Departamento de estudios Culturales de la Universidad de Guanajuato en su campus León; con dos actividades académicas la charla «Recetarios femeninos, un legado de amor» de la Mtra. María Luisa Vargas San José y la mesa temática «Desafíos en torno a la salvaguarda y transmisión del patrimonio cultural inmaterial» con la participación del Dr. Miguel Santos Salinas, Dr. Alejandro de la Rosa, Dr. Morelos Torres y la Chef Nelcy Martínez.
Dicho festival contó también con diferentes actividades como talleres impartidos por cocineras tradicionales, charlas y un cena conversatorio como clausura. Sin duda el evento tiene muchas cosas por mejor, siendo a mi parece la más importante el tema de la difusión el cual note un poco débil, pero espero tenga grandes éxitos y una larga trayectoria