Como todo en la vida existen experiencias, lugares y cosas buenas, malas o regulares, y en definitiva el restaurante del hotel embajadoras clasifica como malo.
Como su nombre hace evidencia, el hotel, se ubica en la zona de embajadoras, Colonia emblemática de Guanajuato debido a que ahí se localiza uno de los dos únicos mercados que existen en la ciudad, es un paso casi obligado sí vas de la zona sur al centro y jardines con grandes árboles.
La decoración hotel es una singular mezcla entre colonial y medieval, un estilo clásico de los establecimientos que se abrieron en Guanajuato entre las décadas de los 60s y 70s. El lugar y mobiliario evidencian que fuera de un ligero mantenimiento básico, nunca se han restaurado o renovado. Y como es lógico, esto produce una sensación de desgaste y abandono, la peor carta de presentación para todos los establecimientos que se dedican a ofrecer servicios en el ramo de la restaurantero y hotelero.
El restaurante está divido en dos grandes secciones: 1 Serie de equipales y mesas en el patio central del hotel. Confieso que pese a lo descuidado del lugar, ahí se percibe un ambiente agradable y tranquilo. 2 Un salón grande donde es evidente la decoración y aspectos negativos que comenté arriba.
La carta es sencilla y corta, además presenta los problemas básicos de un lugar que se frecuenta poco: no siempre tiene todos los platillos y en ocasiones algunos ingredientes se encuentran en evidente estado de descomposición. También se enfrentan al grave problema de emplatado tristes y anticuado en cristalería desigual y gastada.
Pero entonces ¿Por qué escribo sobre este lugar? La verdad es que veo en el Hotel Embajadoras un establecimiento con mucho potencial. Me guastaría ver que lugares como este fueran renovados y preparados para una nueva era de clientes y comensales en Guanajuato. Es momento de reinventar los servicios que ofrece la ciudad para alcanzar una nueva etapa de prosperidad turística y económica en la región.
Por ello los invito a dos cosas: 1 consumir productos y establecimientos locales y 2 externar su opinión y comentarios al personal (esto último solo sin van a ser respetuosos y constructivos). Puede empezar por visitar el Hotel Embajadoras, la mejor posición es desayunar, ahí yo les recomiendo probar el desayuno embajadoras.
Difiero de tu comentario, la comida es muy rica, tiene el sabor de casa que difícilmente encuentras en un restaurant, el ambiente del jardín es precioso, un lugar limpio en dónde se respira tranquilidad, los precios son muy accesibles. Un restaurant con tradición en esta ciudad.
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Hola Rocio
Me parece que no diferimos tanto, yo tambien opino que es un buen lugar, sin embargo, también creo que le es urgente una renovación. Tengo la firme idea de que un restaurante con treadición no es sinónimo de calidad.
Saludos y gracias por tu comentario.
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Aquí dejé muchos recuerdos en mi estadia de fines de semana mientras realizaba estudios en Museografía por un año y medio 🙂
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