
La calle de Juan Valle en la ciudad Guanajuato es conocida por ser sede del registro Civil, pero también, en un rinconcito del #17 se encuentra un expendio del Mole María Isabel. Cuando entras al establecimiento te recibe la peculiar mezcla de aromas que da el chile seco molido y el chocolate, característicos de un buen mole. Con una decoración sobria conformada por una barra de madera con el clásico puerquito/alcancía de barro y cubetas de mole; muros laterales con listas de precios en cartulinas de colores chillantes y al fondo del local una pequeña mesa con una cazuela de barro, un florero con unas grandes, pero desgastadas flores de papel, este pequeño pero agradable lugar que se ha perdido en el tiempo, vende el Mole María Isabel desde hace varias décadas. Ahí me encuentro con Arturo Macías, quien junto a sus hermanos conforma la cuarta generación de esta empresa familiar, de un negocio fundado por su bisabuela María Isabel Lozano Álvarez de Bonilla, mujer visionaria y adelantada a su época que imagina y funda un modelo de negocio de elaboración y venta de Mole.
Según me cuenta Arturo, la receta del Mole María Isabel data del 1800. Es un legado que Chavelita Bonilla (como era conocida en Guanajuato la señora María Isabel) heredó de su madre y abuela. Y que por allá de 1940 decidió incluir en menú del restaurante “Bahía”, lugar que fundó junto con su esposo en un local muy cerca del Jardín de la Unión. Al poco tiempo el mole de Chavelita Bonilla alcanzó gran popularidad entre los clientes del restaurante, que además de comerlo ahí, comenzaron a comprarlo para preparar en casa. Es así que para el año 1963 se funda María Isabel, una maraca dedicada exclusivamente a la producción y venta de mole en pasta.
Arturo continúa hablando orgulloso su bisabuela Chavelita Bonilla, reconocida como una de las primeras mujeres empresarias de la ciudad Guanajuato y en el 2008 homenajeada por parte del Gobierno municipal con una Feria del Mole, así como reconocer en el mole María Isabel un platillo tradicional de Guanajuato.
La señora Chabelita Bonilla muere en el 2019 a la edad de 100 años, pero deja atrás importantes legados: a su familia y a María Isabel, una empresa exitosa que produce más de una tonelada de Mole al mes. El cual se caracteriza por el uso de ingredientes como los chiles cultivados en la región que conforma San Felipe, San Luis de la Paz y Dolores Hidalgo en estado de Guanajuato, así como elaboración a partir de técnicas artesanales como el molido en metate, que aporta su textura y sabor característico.
De sus productos destaca la receta tradicional de mole rojo, pero también el pipián y mole verde, que son distribuidos al mayoreo en municipios como Dolores Hidalgo, San Miguel de Allende, León, Silao, o en estados como Querétaro y Michoacán, pero además cuenta con cliente minoristas en prácticamente toda la república mexicana.
Sin duda alguna el Mole María Isabel es parte esencial de la gastronomía tradicional de Guanajuato y la señora María Isabel Lozano Álvarez, un ejemplo de vida.